Se propuso un parque deportivo con diversos equipamientos articulados entre sí mediante recorridos peatonales. El proyecto esta pensado desde una intención ecológica y racional, pues la forma de la parcela viene dada por la parcelación preexistente en la zona y esta ubicación viene concebida afín de acercar el equipamiento tanto a la nueva extensión de Sollana como a la población. La piscina cubierta se diseñó con la estructura de cerchas metálicas por fuera, y el cerramiento con varios huecos que a la vez iluminan el interior de la piscina de día, también alumbran el exterior de noche comportándose de este modo el proyecto como una gran luminaria para el resto del recinto.